Hace dos años pensé en reutilizar parte de una instalación que diseñé para conmemorar el 25 N "Día Internacional contra la violencia hacia las mujeres". Una serie de circunstancias desavenidas impidieron que el trabajo realizado no se culminara. Dos años después, vemos materializada una idea que nació con ánimo esperanzador y positivo, cargada de mensajes reveladores para una mente adolescente que comienza a vivir sus primeras experiencias sentimentales. La instalación se complementa con un gran mural cuyo motivo central es un bello poema escrito por mi amigo y compañero Santiago Rueda.
GALERÍA DE
ESPERANZA
Con
el corazón de luto y caído como una sepultura, doy gracias por darme la mano
para escribir en este día; día de la eliminación de la BARBARIE, a las tres
mariposas, Patricia, Minerva y Mª Teresa (Hermanas Miraval) asesinadas
por el poder criminal dominicano. Y a todas las niñas y niños del mundo, porque
son ellos, los que llevan en los dedos del alma, la esperanza de saber elegir
el orden racional, que los guiará por la vida. Pero a veces se precipitan, como
la lluvia, qué en su arranque inesperado, olvida el brillo del cielo.
- Elegir,
es
hora siempre de elegir.
Quien
sabe elegir sabrá quién es, y no caerá en el abismo donde se forjan las rejas y
los primeros destellos del miedo:
Ese
miedo que pudre el sol de los ojos.
Ese
miedo que va punzando en la carne huesos de piedra.
Ese
miedo que va pegando imanes de sombra en la planta de los pies.
-
¡Huir de ese miedo, que inmoviliza y no se ve, porque esconde la huella del
engaño debajo de las mangas!
-
El trueno ha cascado el cerebro de las nubes. Desciende la lluvia. Sobre la
cúpula del paraguas, y ante la hermosa mirada de Marie Curie, chapotean las
gotas. La pared ha tomado el matiz de la naranja viva del sol, y el viento, que
sabe cómo perdió la tonalidad, con un largo soplido de nardos, descolora la
humilde fila, de negro, a plata y harina.
- Elegir,
quien
no elige una mirada amarga, o el tono oscuro de una voz, tendrá la serenidad
que le falta a la duda.
Es
preferible elegir tarde, que hacerlo demasiado temprano, para no enfadarse con
el corazón enloquecido, que soporta indecisiones gigantescas.
- Elegir,
elegir
la luz que canta en vuestras pupilas:
-
Para seguir viendo al canario recibir la pintura del sol.
-
Para el beso, el esmalte de la luna. Para que el arcoíris no se nos manche de
las plumas del loris.
-
Para que no se escape la velocidad de la belleza.
-
Para que el amor se agarre al amor, como al tronco, los cordones de la parra, y
no el de la espuma rugosa de la esclavitud, que tiene el color de las
lagartijas.
Mujer:
Envuelto en mi mano, que he sacado de la sustancia de la tierra, traigo
un horizonte de diamantes. Una diadema alada. Una sonrisa, y un beso.
ENTRADA RELACIONADA: